Reseña en el blog -La Azotea Literaria por José María Ariño a “Las Flores Del Asesino” Autor: Miquel Goldstain

​​EL MISTERIO DE LAS ROSAS NEGRAS

​Ha llegado a mis manos la novela Las flores del asesino, de Mikel Goldstain, seudónimo del escritor Damián Patón. El autor de Badalona sabe conjugar como un orfebre de la palabra diversos acontecimientos, ocurridos en épocas y lugares diferentes, para elaborar una novela que tiene todos los ingredientes del género de novela negra, sugerido además en el color de las rosas que aparecen con huella del crimen en cada uno de los macabros asesinatos que mantienen en vilo a policías, periodistas y políticos. Aunque las indagaciones se concentran en la Barcelona de 2014, este es solo al hilo del que se desenreda el ovillo de una historia criminal iniciada en una aldea gallega en 1960.

​La lectura de este apasionante relato no dejará indiferente a nadie. Al contrario, cada episodio es una sorpresa y cada suceso una incógnita que se va resolviendo gracias al empeño y a la lucha a contracorriente de Miki, un joven periodista comprometido con su profesión, audaz y temerario. Su trabajo en un periódico local y su talante inconformista le llevan a enfrentarse con su director, con el comisario y con un político catalán relevante. Todo ello está salpicado de escándalos de corrupción, negocios de dudosa legalidad con obras de arte y oscuras rivalidades políticas. 

​Pero el gran protagonista de la novela es Yago, un asesino a sueldo que se dedica a eliminar de una manera cruel y macabra a todas aquellas personas que considera inútiles para la sociedad. Esto le conducirá a un callejón sin salida del que no podrá salir hasta su muerte. Un final que abre las puertas a la investigación de ese rosario de hechos delictivos en los que participan representantes de las clases sociales más acomodadas.

​Como en las anteriores novelas de Damián Patón –recordemos el éxito de El trópico y el fuego–, hay una crítica social solapada, los personajes están muy bien caracterizados, el lenguaje es realista y la estructura equilibrada. A medida que avanzamos en su lectura, nos damos cuenta de la verosimilitud de los hechos y no podemos evitar una reflexión sobre tantos aspectos de una sociedad que, al parecer, está perdiendo el norte. Tal como afirma Yago en las últimas páginas, “La Humanidad está en sus peores momentos y no lo ve: saqueo de la naturaleza, capa de ozono, guerras invisibles…” Por eso, según el asesino, hay que limpiar las cloacas de una sociedad corrupta y degenerada.       

​Son muchos los interrogantes que nos plantea este apasionante relato. Y eso es lo que pretende el autor: una toma de conciencia sobre el entramado social, sobre el afán de medrar de los poderosos, sobre el olvido de los marginados, sobre los intereses partidistas, sobre el poder relativo de la prensa y sobre la fragilidad del ser humano. Por eso, su lectura a nadie le va a dejar indiferente.

 

José María Ariño Colás

Doctor en Filología Hispánica